Sus manos danzan al compás de las alegrías o las tristezas colectivas. Marcan nuestra propia historia con nuestras palabras, les prestamos la sonrisa y el dolor, la esperanza, las leyendas, la Revolución. ¿Cuál es la "tarea" del artista? ¿Para qué crear? ¿Para quiénes? Reinaldo Olivares es un artista grabador y pintor que formó parte del Taller de Gráfica Popular y estas son las preguntas que lo han llevado a vivir en el centro del torbellino, probando el polvo, la lucha, la historia que va corriendo y haciéndose memorable en el día a día y que se va tallando en cada línea de ese arte que es el grabado.

 

Con una belleza que brota de unas manos artesanas y políticamente comprometidas, sus grabados nos dejan ver que cuando contamos lo que hemos vivido en esta balanza que siempre se inclina en nuestra contra, que cuando soñamos con plantar el camino deforestado, todo ha de tener otra figura y otra realidad, que exprese lo que los corazones sienten de vivo y de deseo.

 

No puede entenderse nuestra historia sin la lucha que los pobres hemos dado contra lo que nos empobrece, no podemos pensar en un futuro distinto sin la imaginación y sin las manos destinadas a plasmarlo.

 

Como decía Vladimir Lennin (dirigente de la Revolución Rusa):

 

 

“Soñar es necesario, pero con la condición

de creer seriamente en nuestro sueño,

de examinar con atención la vida real,

de confrontar nuestras observaciones con nuestro sueño,

de realizar escrupulosamente nuestra fantasía.”